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domingo, 22 de diciembre de 2013

Excelente fin de año para vos, para todos, y para cada uno...palabras para acompañarte:


De tí depende donde quieras vivir,
si en el cielo o en el infierno,
ya que donde sea que quieras vivir
tendrás que crearlo.
No es algo que esté prefabricado,
como si compraras un billete y tomaras el tren;
es algo que tiene que ser creado.

El amor puede crear un paraíso aquí y ahora.

Toda mi enseñanza es:
Ama más,
hasta que te conviertas tú mismo en una fuente de amor,
y nada más...
Sé responsable del cielo o del infierno
en que vives.
Y una vez que se comprenda esta responsabilidad,
no creo que nadie viva en el infierno.

OSHO

lunes, 14 de octubre de 2013



Puede que sea importante saber en qué momento iniciar una batalla, pero muchas veces, lo que hace la diferencia es saber cuándo desistir.

Existe una idea sobre la persona deprimida que es asociarla con decaimiento, debilidad, el marchitarse, apagarse, perder fuerzas...  y quizás sea porque ese es su "rostro visible"; sin embargo, hurgando los laberintos del alma, podremos ver  que, detrás de esa visión “languideciente” o debilitada, hay un largo tiempo de terribles batallas. No es usual pensar a la persona deprimida como un "guerrero", lo sé; sin embargo les daré argumentos para concebir esa posibilidad.

La desvitalización de la que hablamos no es constitutiva de la persona en depresión, sino que responde a un largo tiempo de batalla estéril como quien ha sostenido un trabajo arduo y sin gratificaciones

La fijación obstinada sería un componente clave para la depresión. Es esta fijación la que encadena a la persona a frustración que suele denominar “fracaso”; No le permite ir en busca de nuevos objetivos a través de los cuales sea posible restablecer su confianza en sí misma por medio de nuevos éxitos. 

Estancada, sin poder fluir hacia nuevas metas; con todo puesto en ese objetivo malogrado, la persona deprimida pierde interés en todo lo demás y ninguna nueva propuesta o figura resulta atrayente. Todo se torna gris, mediocre y carente de importancia. No hay más movimiento que el continuo insistir sobre esa meta inalcanzable, por el mismo camino estereotipado o con pocas variaciones, lo que los lleva una y otra vez al mismo lugar: la frustración. Como quien golpea una pared intentando atravesarla, presos de un deseo fuera de alcance, (quizás algo perdido o lejano) dilapidan sus fuerzas y se frustran acabando cansados, descontentos, enojados, irritables, perdiendo el sueño y el interés por el mundo.

Esta pérdida del interés en el mundo característica en la depresión es una manifestación del fenómeno figura-fondo, que orienta la existencia y garantiza la vida:

Todo el tiempo vamos registrando las propias necesidades y estas necesidades despiertan intereses que nos enfocan en objetivos (el  hambre despierta interés en el alimento). Esos intereses se manifiestan a través de la percepción del objeto de la necesidad como figura, como algo atrayente. Es decir que lo que necesitamos, lo que deseamos, o lo que nos amenaza atrae mucho más nuestra atención que el resto que simplemente queda en un plano de "fondo" (como el mundo circundante del depresivo).

Lo interesante de este proceso de figura-fondo es que, al igual que la vida, es dinámico. Quiero decir que lo que nos atrae, una vez conseguido, deja de ser atrayente, deja de ser figura y eventualmente se plantea un nuevo desafío, surge un nuevo atractor; y así se va dando un continuo movimiento entre figura y fondo donde los intereses van cambiando y la existencia creciendo. Entre figura y fondo existe una fluidez que hace que esta configuración sea sumamente dinámica para poder responder a las necesidades de cada momento. 

Pero ¿qué sucede cuando no conseguimos la satisfacción?

Estamos programados genéticamente para continuar insistiendo hasta resolver la necesidad pues, muchas veces, en ello va la vida. Por ejemplo, si tengo sed y lo que aparece como figura es una limonada bien helada, intento conseguirla, pero, si no hubiera limones, podría reemplazar eso por una soda fresca, y si no hubiera soda, por agua, etc. Aunque el deseo primero no esté satisfecho, la necesidad de hidratarse sí está resuelta, y dejaremos de pensar en limonada cuando ya no haya sed.

Es por esa programación que la respuesta primera frente a la frustración es insistir; aumentar la concentración, el foco, podríamos decir: subir la apuesta;  poner más energía en conseguir ese objetivo. La persistencia es un factor importante para el éxito, sin insistir no podríamos realizar la mayoría de las cosas; sin embargo, y aquí vuelvo a la idea del epígrafe, saber cuándo desistir es tan importante como poder insistir.  En el caso que, puesta una considerable cantidad de energía, no se consiga el objetivo, debemos ser capaces de renunciar a ese objetivo específico para poder lograr otros equivalentes que lo sustituyan.

¿Qué ocurre si alguien tiene tal rigidez que no acepta soda, no acepta agua, y sigue luchando día tras día por su limonada? Pues se frustra, se agota, se enoja, se siente fracasado... y quizás muera de sed...  en otras palabras: se deprime.

Para quien está en una depresión, claudicar muchas veces no es parte de su repertorio de opciones. Su figura, su objeto de deseo no se va, sigue allí, fijo. Si renunciara tendría una enorme cantidad de energía a su disposición y podría resolver su necesidad de una forma alternativa. Pero no quiere eso, no lo aceptará pues sería aceptar que falló. 

En ocasiones, siguen insistiendo para demostrarse a sí mismos o al mundo que ellos pueden hacerlo. A veces siguen simplemente por no saber renunciar, porque ya invirtieron mucho en ese intento, o porque no tienen otra idea de qué podría servirles o gustarles. Pero, aunque no lo vean, no desistir de ese deseo es garantizarse la frustración; es acumular más y más decepciones que van debilitándolos, agriando el ánimo, minando la confianza en sí mismos y ensombreciendo la existencia.

Las personas cercanas, suelen advertir esas obsesiones destructivas por imposibles e intentan disuadirlos, pero se encontrarán con una muralla. Los que se encuentran deprimidos suelen poner distancia como "fosas con cocodrilos"para mantener alejados a los demás. No quieren testigos de su fracaso y no quieren desistir. Toda ayuda será rechazada, pues sólo les importa conseguir aquello, y quien se interponga se sentirá tan impotente como ellos mismos. Ante la oferta de ayuda se tornarán tan impermeables como la realidad que intentan cambiar.

Pueden llegar a sentirse víctimas, como una forma de mostrarse a si mismos que "el error no está en ellos". Al ser víctimas nada pueden hacer y nada se les puede reprochar. Lo que han olvidado es que son víctimas de sí mismos. Son ellos mismos los que se obligan una y otra vez a una guerra en la que ya que no pueden vencer. Frustrados, exhaustos de tanta lucha, enojados, para no sentirse aún peor pueden culpar a otros de tanto fracaso, lo cual los aleja aún más de la posibilidad de salir de ese laberinto tortuoso; pues, negar la propia responsabilidad es renunciar al propio poder para cambiar las cosas.

Para llegar al punto de una depresión, la persona tiene que ser alguien sumamente persistente, que ha perseverado mucho tiempo fallando en su intento, llegando a agotar sus energías y comprometiendo su vida a punto tal que puede ponerse a sí mismo en peligro descuidándose, sólo para continuar peleando.

Lo que quieren es inaccesible (al menos a través del camino que están usando), puede ser también algo irreal, o que ya no existe o nunca existió, pero no están dispuestos a permitir que alguien se los demuestre. Así que ponen obstáculos para mantener al mundo lejos de su "auto-masacre". Furiosos, cuando más tiempo pasa más se cierran a la posibilidad de buscar otras alternativas. Son como apostadores compulsivos que han perdido una gran cantidad de dinero y piensan que si insisten ganarán, solo se detienen cuando llegan al límite; al quiebre.

No escuchan los mensajes de su propio ser, ni los mensajes del medio. Fijos en su carrera fútil van decayendo al ver que, cuanto más tiempo pasa, más energía han perdido, y menos posibilidades de conseguir el objetivo tienen. Desean tener el control, y conforme el tiempo pasa, más se agotan y menos control tienen del entorno y de sí mismos. 

La creciente incidencia de los trastornos depresivos (hasta el 25 % de la población ha tenido al menos un evento de depresión) nos hace pensar si, más que una enfermedad, no se trata de un efecto secundario de una cultura que no tolera nada que no sea el éxito; que divide el mundo en "ganadores" y "perdedores", que no tolera que alguien cambie de parecer y abandone proyectos o vínculos; que no facilita el aceptar que no podemos con alguna cosa. Se nos obliga a estar presos de las elecciones que hemos hecho en otro tiempo y que ya no nos satisfacen. 

Lo saludable sería aceptar el cambio. Como sucede en la naturaleza, como sucede en la existencia toda. Por eso es importante desarrollar la capacidad de adaptarse, para ello hay que dejar ir y abrirse a nuevas situaciones (recuperar la fluidez figura-fondo). Replantearse los lugares y las elecciones que hicimos en otro momento y ya no nos representan. Elegir algo que tenga más que ver conmigo hoy. Revisar las propias elecciones, para poder desistir de las situaciones y vínculos obsoletos aceptando que algunos objetivos van más allá de las propias posibilidades, que hay miles de otras cosas accesibles quizás más interesantes que aquello y que no lo vemos simplemente por no soltar ese caprichoso lastre.

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Apéndice técnico:

Secuencia: Objetivo, deseo intenso, obstáculo, incapacidad de alcanzar el objetivo, insatisfacción, insistencia, obstinación, persistencia más intensa, nueva frustración, ira, incapacidad de reformular objetivos, desgaste, deterioro, insistencia, incapacidad de renuncia, distanciamiento del entorno... insistencia, agotamiento... (repetición del ciclo).

LA OMS considera al trastorno depresivo la enfermedad mental más frecuente. Se considera que del 15 al 25 por ciento de las personas tienen o han tenido algún evento depresivo. Lo que nos indica que más que una enfermedad es un modo de respuesta a determinadas circunstancias vitales. Tal vez uno de los efectos secundarios de vivir en una cultura que no tolera el fracaso, que incentiva a la consecución de objetivos sin que importe como.

En general se confunden las consecuencias biológicas de la adaptación a circunstancias desfavorables con las causas que generan depresión. Las alteraciones en los neurotransmisores no parecen ser causas sino consecuencias de un tiempo prolongado de sobre exigencia,  y de estrés.

En muchas ocasiones es necesaria intervención farmacológica para restablecer los niveles de los neurotransmisores a lo normal, y mantener estos valores dentro de rangos saludables. Es por eso que los medicamentos deben ser usados cuando sean necesarios y bajo estricto control del profesional habilitado y no deben suspenderse o iniciarse tratamientos por cuenta propia.

Las alteraciones fisiológicas presentes en la depresión mayor son congruentes con cuadros de estrés: (trastornos en el eje hipotálamo-hipofisis-suprarenales.  Alteración (disminución) en los niveles de Serotonina, NOA, GABA y dopamina (aumento). Frecuente aumento en niveles de Cortisol. Aumento en ACTH, (y posible aumento en TSH) Baja en el sistema inmunológico. Todas respuestas biológicas de la configuración fight or flight. Existen evidencias (luego de prolongados períodos de depresión) de muerte neuronal y pérdida irreversible de masa particularmente en el Hipocampo, dicha pérdida de masa de hasta un 20 por ciento también se observa en casos de hipercortisolismo por  Sindrome de Cushing sin embargo en dicho caso es reversible. También se observa retracción dendrítica en casos tanto de depresión como de estrés en el área del hipocampo y amígdala.  Estando estas áreas asociadas a la memoria de fijación, clave en el aprendizaje, y a la reacción ante amenazas en el entorno, podríamos conjeturar que esta dificultad para el aprendizaje pueda estar relacionada con la obstinación descripta en el artículo. Asimismo la retracción neurítica y disminución del hipocampo podría bien ser una adaptación cuya finalidad sea disminuir respuestas a la frustración (debilitando la memoria de fijación de la experiencia frustrante)  y también la reacción a la percepción de hostilidad en el entorno disminuyendo el umbral de gatillo de la reacción fight or flight.

Estrategias psicoterapeuticas:

Técnicas expresivas, inclusión del cuerpo, trabajo con anclajes corporales, técnicas de estimulación de la creatividad, actividad física como otro uso posible de esa energía, y las técnicas usadas para tratamiento del stress: relajación, meditación,  EMDR, arte en cualquiera de sus formas, trabajo con las narrativas.

Referencias:
http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol25/sup3/suple4a.html

ATENCION:

Esta nota ilustra algunos mecanismos observados en mi trabajo clínico y presentes en muchas de las depresiones que he atendido. Es importante destacar que la descripta no es la causa única de depresión. Hay numerosas enfermedades médicas que pueden inducir estados depresivos profundos sin que existan causas psicológicas, ambientales o sociales, ni estrés, y se debe sospechar especialmente de estos factores cuando no exista una causa psicógena detectable de los ordenes mencionados ni antecedentes familiares.


Guillermo Leone. feb 20,  2013

jueves, 5 de septiembre de 2013

EL PROCESO DE DUELO BAJO EL ENFOQUE GESTÁLTICO Y LAS AUTOINTERRUPCIONES EN EL CICLO DE LA EXPERIENCIA

 
El trabajo con el duelo va a poner de manifiesto las auto-interrupciones, aquéllas emociones que han empezado a emerger y de las que se ha retirado el foco, haciendo que queden ocultas, enterradas, generando emociones secundarias y comportamientos conflictivos en la vida. 
También va a poner de manifiesto, y es necesario que así sea, las emociones que se taparon en la relación con la persona o la situación de pérdida, que interrumpieron el ciclo de contacto-retirada en la interrelación, y que, por ello, están haciendo difícil la resolución del vínculo y el avance en el duelo. 
Y por último, dado que con nosotros van todas nuestras pérdidas, aquéllas que han quedado resueltas hasta el estadio en que ha sido posible – inconclusas, sin embargo –, o las que no han sido miradas y resueltas, van a volver con el trabajo de la nueva pérdida. 
Si el objetivo de la terapia gestalt es la ampliación de la conciencia, consecuentemente el trabajo en el proceso de duelo consiste en aumentar el darse cuenta, una mayor conciencia que permita una mayor integración tanto de la realidad interna como externa, esto es, reconocer y aceptar las propias necesidades y la relación con el ambiente. Se trata de facilitar la resolución de las auto-interrupciones, la gestión de los bloqueos, proponiendo que la persona se ponga de nuevo frente al dolor que no siente, o evita sentir, o no se lo permite, no lo expresa…, mirar lo ocurrido y resolver o emancipar el vínculo para cerrar este asunto pendiente que es el duelo por la pérdida. 
Desde la gestalt, la tarea va en la dirección de la ampliación de la conciencia para iluminar los lugares donde el ciclo ha quedado interrumpido, bloqueado, así como el acompañamiento en el avance y, en la medida de lo posible, la integración de la pérdida como un aprendizaje para la propia vida y una oportunidad de crecimiento.

Rosa Membrado, Psicoterapeuta Gestalt. Barcelona, España

viernes, 2 de agosto de 2013

"Si tienes en tu mente libertad 
no dejes que te arrastre la corriente
si quieres simplemente disfrutar
mirar desde tu cima tranquilamente.
Si buscas en los otros la verdad
encontrarás puertas cerradas donde vayas
descubre en tí mismo la necesidad
para no pasarte siempre de la raya.
Si necesitas el aliento de la gente
aprende a convivir con su sudor
conquista tu lado intransigente
y coloca cada cosa en su valor.
Si necesitas huir constantemente
hazlo en la dirección equivocada
que tu corazón engañe a tu mente
que la razón nunca sepa tu parada.
Búscate a tí mismo allá donde quieras encontrarte"

D.H.A.

lunes, 3 de junio de 2013

martes, 9 de abril de 2013

Grupo de intercambio

Lo que siento, mas que lo que pienso, en este momento: me gustaría generar un espacio donde intercambiar, apoyar, escucharnos y un encuentro apostando a la resiliencia, entre psicólogos, psiquiatras y terapeutas gestalt....Quien se suma??

SI estas interesada/o contactame via e-mail a guadadb@yahoo.com.ar

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